El nivel cultural de la población rusa supera con creces al de los países europeos
El interés por la cultura en Rusia es mayor que el de Europa, y no se reduce, como ocurre en los países europeos, a personas mayores de 25 años, generalmente con estudios universitarios y con un poder adquisitivo medio-alto. Y es que, el hecho de que se hayan declarado el 2014 el año de la cultura, 2015 el año de la literatura y el 2016 el año del cine no es sólo cosmética política, sino que responde a la importancia de la cultura en la sociedad rusa. Los objetivos principales buscan atraer la atención de los ciudadanos y promover distintos proyectos para que la cultura llegue a todos los grupos sociales.
Las fiestas relacionadas directamente o no con la cultura sirven de pretexto para la organización de festivales con diferentes actividades culturales que tienen lugar en los sitios más representativos y concurridos de las ciudades. Tenemos como ejemplo la reciente celebración del Día de la Ciudad en Moscú el 9 y el 10 de septiembre en el que se han realizado más de 400 actividades totalmente gratuitas como conciertos de música clásica, puestas en escena de obras teatrales, visitas históricas guiadas por las calles más emblemáticas de la ciudad y exposiciones artísticas alrededor de los parques de los museos. Días en los que muchos salen a pasear, grupos de jóvenes, familias con niños y que consumen cultura y se acercan a ella.
Algo que sería imposible en España es ver los patios de butacas plenas. El número de adolescentes y jóvenes que acuden a las obras teatrales es algo fuera de lo común en los países occidentales. Incluso el prestigioso teatro Bolshói ofrece la posibilidad a los estudiantes universitarios de acudir a ver sus obras por sólo 100 rublos (1,45 euros). Cuando en cualquier cine de Madrid, una pareja puede llegar a gastarse entorno a 30 euros popr sesión, ir al cine en Rusia varía desde los 200 rublos (2,89 euros) a 450 rublos (6,51 euros) dependiendo del horario. En cuanto a los museos, hay días en los que la entrada es gratuita o reducida para estudiantes y mayores de 65 años.
La oferta cultural en Rusia no está orientada de manera capitalista como un producto de venta, sino que es una cuestión importante para el desarrollo de la sociedad rusa. Probablemente, los antecedentes estén en la época de la URSS cuando el Estado controlaba todos las organizaciones y eventos culturales, muchos de ellos siendo un instrumento de propaganda ideológica, aunque no hay que olvidar que esta no era su función exclusiva. Las actividades culturales y deportivas eran un modo de promover el colectivismo en un país enorme en el que conviven más de 160 nacionalidades diferentes. Era una época de carrera en todos los campos respecto al bloque occidental y por ello el avance científico, deportivo y cultural era una de las tareas principales del Estado. Hay que recordar, que uno de los lemas de la URRS era el «saber al pueblo» o el «conocimiento romperá las cadenas de la exclavitud», además de toda la literatura de divulgación científica enfocada en el público infantil. Todo esto ha arraigado la importancia de la cultura y el saber como pilar de la sociedad y del individuo. Y es que la cultura y educación de un pueblo es sinónimo de libertad de reflexión, promueve el pensamiento individual y lo hace menos manipulable.
Rusia tiene presente de manera activa en sus políticas la importancia del acceso a la cultura, y a su vez es propio de la mentalidad rusa la curiosidad por el saber, la originalidad y seriedad en la creación y la tradición de participar de eventos culturales como parte no sólo del ocio sino de realización personal.
Iva Simeonova
Colaborador de OHRE
Categorías:CULTURA Y SOCIEDAD