La caída de la Unión Soviética supuso el final de la Guerra Fría. Sin embargo, la presencia de EEUU y de la OTAN continuó en distintos países cercanos a Rusia. En 1991 tuvo lugar la disolución del estado comunista más grande del mundo y con ello la desaparición del Pacto de Varsovia. Al contrario que el acuerdo firmado por los países del Bloque del Este, la Alianza del Atlántico Norte no sólo no se disolvió, sino que creció en número de integrantes y su presencia en países limítrofes a Rusia sigue siendo notable.
Tras el final de la Guerra Fría, la OTAN y Moscú comenzaron a mantener relaciones de cooperación. En 1997, la Federación de Rusia y la Alianza del Atlántico Norte firmaron en París el Acta Fundacional sobre las Relaciones, Cooperación y Seguridad Mutuas. Según el Acta, «Rusia y la OTAN no se consideran adversarias. Tienen como objetivo común eliminar los vestigios de la época de la confrontación y la rivalidad, y aumentar la confianza mutua y la cooperación». La presente Acta ratifica la determinación de Rusia y de la OTAN de hacer realidad su compromiso común de construir una Europa estable, pacífica y sin división, una Europa entera y libre, en provecho de todos sus pueblos. Este compromiso, asumido al más alto nivel político, marca el comienzo de una relación fundamentalmente nueva entre Rusia y la OTAN. Ambas tienen la intención de desarrollar, sobre la base del interés común, de la reciprocidad y la transparencia, un partenariato fuerte, estable y duradero.
EEUU se sintió amenazado con la creciente mejora en las relaciones entre Rusia y Europa.
Las relaciones entre Rusia y la OTAN siguieron mejorando hasta 2014, año en el que se produce la unión de Crimea y Rusia, la cooperación civil y militar termina e incluso Rusia es expulsada del G-8. Sin embargo, ya antes de la crisis de Crimea, hubo varios acontecimientos que enfriaron la relación entre la Alianza y Moscú. En 1999, una vez terminada la Guerra Fría, se produjo la cuarta ampliación de la OTAN, incluyendo a República Checa, Hungría y Polonia. La quinta ampliación tuvo lugar en 2004, incorporando a varios países como Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia. Cinco años después, en 2009, se unieron Albania y Croacia. La última ampliación ha sido este año, convirtiéndose Montenegro en el miembro número 29 de la Alianza. Todos los países que se han incorporado a la OTAN desde 1999 hasta 2017 son Estados que permanecieron al Bloque del Este, ya siendo repúblicas de la URSS, Estados satélites o de la antigua Yugoslavia. Al año siguiente, Vladimir Putin ganó las elecciones presidenciales y la economía rusa comenzó a recuperarse y su relación con la Unión Europea se hizo cada vez más estrecha. Cuatro años más tarde, vino la quinta ampliación de la Alianza y la entrada las repúblicas bálticas a la OTAN. Así comenzó la presencia aérea de la OTAN en Estonia, Letonia y Lituania.
Según el periodista Axier Amo Izarra, Estados Unidos «no veía con buenos ojos que Rusia y la UE cada vez tuvieran mayor relación, por lo que aprovechó el miedo de los bálticos a Rusia para que la OTAN se presenciara en los bálticos».
Rusia no pretende anexionar ningún país, es la excusa de la OTAN para seguir existiendo.
Cronológicamente, la guerra de Osetia del Sur se produjo en 2008 en Georgia, dando como resultado un estado independiente reconocido por Rusia, al igual que Abhasia. Tras esto, Tiblisi pidió a la OTAN el aumento de su presencia en territorio georgiano, ya que en 2004 la Alianza del Atlántico Norte la introdujo en el Plan de Acción Individual de la Asociación, el primer paso para unirse a la OTAN. Durante los años siguientes, Israel y la Alianza enviaron instructores militares para la modernización del ejército georgiano. Desde 2009 Georgia recibe ayuda de la OTAN y es utilizada por la Alianza para realizar maniobras militares. Ya en 2014, durante la crisis de Crimea, los ucranianos de etnia rusa en Crimea no estaban a favor de acercarse a la UE. Hay que recordar que la minoría rusa residente en la península de Crimea, que representa un 58% de los grupos étnicos de Crimea, frente a un 24% de los ucranianos y a un 12% de los tártaros. El 11 de marzo de 2014 se declara la independencia de Crimea y Sebastopol, naciendo así la República de Crimea. Días más tarde, el 18 de marzo, la península de Crimea se une a la Federación de Rusia a través de un referéndum en el que el 96% de los crimeos votaron a favor de unirse a Rusia. La unión de Crimea y Rusia supone que la presencia militar de la OTAN aumente en los países cercanos y fronterizos a Rusia, ya que Estonia, Letonia, Lituania y Polonia temen que Rusia quiera expandir su territorio.

El mapa de las fuerzas de la OTAN cerca de las fronteras rusas // RT
En este sentido, Víctor Colmenarejo, periodista freelance con experiencia en Rusia, cree que Putin «no pretende anexionar Estonia ni ningún otro país, sino que es la excusa de la OTAN para seguir existiendo». Según el periodista de RT, la OTAN se aprovecha del miedo de los bálticos para que la Alianza del Atlántico Norte aumente sus operaciones militares en los países pertenecientes al Bloque del Este de antaño. En 2002, el presidente estadounidense George W. Bush comenzó a instalar escudos antimisiles en Europa del Este, concretamente en la República Checa, Rumanía y Polonia. Washington alega que es para responder a los ataques que pueden llegar de Irán o de Corea del Norte. Sin embargo, Moscú se muestra reticente y habla de una agresión a Rusia.
Los mares Báltico, Negro y Adriático, bajo control estadounidense
EEUU y la OTAN no sólo se limitan a estos países, sino que a través de la Iniciativa de los Tres Mares (un proyecto creado en 2016 por Polonia y Croacia) EEUU estará presente en toda Europa central. Esta iniciativa reúne a los Estados bálticos y la Europa central. En total son doce países: Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Austria, Hungría, Eslovenia, Croacia, Rumanía y Bulgaria. El objetivo de la Iniciativa de los Tres Mares implicaría cohesionar toda Europa a través de un complejo de infraestructuras. Uno de los puntos más importantes de esta iniciativa es el gas licuado proveniente de EEUU. Para recibir sin problemas el gas estadounidense, en la ciudad portuaria de Swinoujse (Polonia) se ha construido una terminal. También está prevista la construcción de una terminal de este tipo en Croacia. Todos los países que forman la Iniciativa de los Tres Mares, salvo Austria, son parte de la OTAN, por lo que, según varios expertos, Washington controlará los mares Báltico, Negro y Adriático. Además, Polonia no quiere depender del gas ruso, por lo que gracias a este proyecto, se alejará de Rusia en cuanto al gas se refiere.
La tensión entre Rusia y la OTAN no ha dejado de crecer hasta el punto de que en 2016 Barack Obama destituyó al halcón Philip Mark Breedlove, comandante responsable de la OTAN en Europa, por sugerir al Senado de Estados Unidos lanzar un ataque preventivo contra Rusia para frenar su poder militar. A juicio de Amo Izarra, puede que Obama destituyera a Breedlove para rebajar la tensión en Europa, ya que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, había anunciado que sería acertado formar un ejército europeo comandado por alguien de la casa. Según expertos, el peor enemigo de la UE es EEUU, ya que las decisiones de éste último realmente influyen en las relaciones geoestratégicas de la UE.
A pesar de la escalada entre la Alianza y Moscú y del rearme de la OTAN en la frontera rusa, los ciudadanos rusos no temen a la OTAN. Según Colmenarejo, «la presencia cercana de la OTAN a Rusia no es un tema común entre los rusos porque saben que no habrá un conflicto entre Rusia y la OTAN, sino que simplemente es tensión, una tensión que existe desde hace 70 años. Colmenarejo no ha escuchado a rusos hablar de este tema, según él, «se trata mucho más sobre Crimea, la guerra de Donbass y la guerra siria». La respuesta de Rusia ante la proximidad de la OTAN a sus fronteras se compone también de maniobras militares a lo largo de los años. En septiembre de 2017 comenzó Zapad 2017, una maniobra militar junto con Bielorrusia. Minsk y Moscú desplegaron tropas en la frontera Bielorrusia con Polonia y Lituania. También aumentaron las tropas en Kaliningrado.
La Alianza del Atlántico Norte nació con el objetivo de hacer frente a la Unión Soviética. Una vez finalizada la Guerra Fría tras la caída de la Unión Soviética, no tenía sentido la existencia de la OTAN. Por esa razón, EEUU continúa alimentando el miedo de Europa del Este a la expansión rusa.

OTAN participantes, fuerzas, evolución // RIA Novosti
Zapad, una histórica operación militar
Rusia siempre ha respondido a los ejercicios de la OTAN en la Europa del Este con maniobras en Kaliningrado o en el Báltico. Esta vez ha respondido a la OTAN con Zapad 2017, la maniobra militar entre Rusia y Bielorrusia desde el 14 de septiembre hasta el 20 del mismo mes. Moscú y Minsk afirman que son unos ejercicios de defensa, mientras que la OTAN cree que ha sido el primer paso para extenderse a Lituania y a Polonia, ya que la Alianza teme que Rusia quiera eliminar la Franja de Suwalki, una pequeña frontera que une Lituania y Polonia y que, por tanto, separa a Bielorrusia del enclave de Kaliningrado.
No es la primera vez que Rusia y Bielorrusia llevan a cabo una operación militar con este nombre. El significado de zapad (запад en ruso) es «oeste». La Unión Soviética realizó varias maniobras militares bajo este nombre. Años más tarde, cuando la URSS ya había colapsado, Minsk y Moscú ejecutaron las maniobras militares Zapad 2009 y las repitieron en 2013.
Celia Pérez
Corresponsal
Categorías:DEFENSA