Con 55 años (Moscú, 7 de enero de 1962), Aleksandr Duguin es una especie de gurú filosófico en Rusia. Este filósofo político, escritor, analista geopolítico o historiador, lleva más de 25 años en la primera fila de la política nacional rusa.
Su pensamiento político es de los más influyentes en toda Rusia, siendo considerado por algunos analistas políticos como el supuesto guía espiritual de Putin, comparándolo con el Rasputin de los Romanov. Su doctrina, transmitida a través de sus libros, es conocida como La Cuarta Teoría Política. Duguin considera que las tres anteriores teorías políticas -liberalismo, marxismo y fascismo- han sido fallidas, por lo que desarrolla la cuarta teoría cogiendo conceptos de todas las anteriores. Sin embargo, el pensamiento de Duguin sólo puede asociarse territorialmente con la lógica rusa, ya que una de las claves de su pensamiento político es su neo-eurasianismo.
El neo-eurasianismo de Duguin entiende a Rusia como un eje territorial sobre el que se vertebraría la unión de dos formas de entender el mundo: Europa y Asia. De esta forma, se crearía una entidad desde el extremo oriente de Asia en Manchuria y el extremo occidente de Europa en Lisboa. Su ideología entiende a Rusia con una noción imperial debido a su inmensidad territorial, de tal forma que rechaza frontalmente cualquier tipo de democracia o de economía abierta, apostando por una vuelta al tradicionalismo y, en especial, al nacionalismo. Duguin entiende también que el neo-eurasianismo conllevará la partición de estados soberanos, como pueden ser los casos de Georgia o Ucrania.
En este sentido, el pensamiento de Aleksandr Duguin tiene un marcado componente nacionalista, con tintes racistas y supremacistas. Por ejemplo, Duguin tiene una concepción ariosofista de la raza rusa, con la existencia de un pasado remoto en una isla Ártica, en la que habría surgido la raza rusa, una raza pura aria.
Del mismo modo, Duguin tiene unas admiraciones un tanto inquietantes. Para el pensador, el principal ejemplo de revolución conservadora es la República Social Italiana de Saló, estado títere de la Alemania nazi entre 1943 y 1945, con Mussolini en cabeza. Otra de sus admiraciones, más oscuras si cabe, es Ahnenerbe, la sección pseudocientífica nazi integrada en las SS nazis. Esta organización se dedicaba al estudio de la raza aria a través de estudios en seres humanos, al tiempo que hacían pruebas científicas con dichos seres humanos. Por ejemplo, Ahnenerbe infectaba las heridas de los presos de campos de concentración con gas mostaza para comprobar su resistencia al gas.
Para Aleksandr Duguin, Estados Unidos y el liberalismo son los principales enemigos de Rusia. Más allá del enfrentamiento político-ideológico, económico o comercial, Estados Unidos y Rusia conforman dos bloques enfrentados en su forma de ver el mundo. Eurasia, y Rusia como la cabeza de lanza de esta, tiene el deber de luchar, según Duguin, contra la hegemonía del liberalismo anglosajón. También dice el politólogo que Rusia debería sellar alianzas con algunas potencias como Turquía o Irán, cuyos sistemas son mucho más solidarios que el capitalismo salvaje americano y con una sociedad mucho más similar a la rusa.
En el análisis de la actualidad, Duguin se muestra muy partidario de los populismos que surgen en la Europa actual, tanto en sus vertientes de izquierdas (Syriza, Podemos) y de derechas (Frente Nacional). Para él, el populismo sería la fase primigenia de esta Cuarta Teoría Política. Sin embargo, asocia a los falsos movimientos populistas como serían el neofascismo (caso ucraniano) y neosocialista (movimientos sociales financiados por George Soros), como una simple herramienta del liberalismo americano.
Está claro que Aleksandr Duguin no deja indiferente a nadie. Uno de los pensadores políticos más importantes de la Rusia actual que aboga por una nueva forma de entender el mundo, la política y las ideologías.
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