El encuentro puede significar el principio de la elaboración de un nuevo marco constitucional que lleve la paz a Siria.
El Congreso del Diálogo Nacional de Siria se reúne esta semana en la ciudad rusa de Sochi. La cumbre servirá de continuación a la cumbre de paz de Ginebra de 2016, donde los principales actores internacionales en la guerra de Siria pactaron su actuación sobre el terreno. La principal novedad de estas reuniones es la presencia de todas las fuerzas políticas sirias en unas conversaciones en las que, por primera vez, podrán hablar en posición de igualdad sobre el futuro del país. Las reuniones de Sochi vienen en la línea de aquellas iniciadas en el año 2016 con los acuerdos de Ginebra auspiciados por la ONU pero, sobre todo, son la continuación de los acuerdos de Astaná firmados por Rusia, Irán y Turquía. En las reuniones de Sochi no habrá ninguna condición previa por parte de los participantes en los debates, a diferencia de las conversaciones de Ginebra en las que la oposición pretendía imponer el fin del régimen de al-Asad. A este respecto, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, aseguraba que “parte de la oposición siria que constantemente impone condiciones previas será educada por los que la controlan». De esta forma, las conversaciones transcurrirán con el fin último de crear un nuevo marco en el estado sirio que permita a todas las fuerzas convivir en paz.

El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, y su par ruso, Serguéi Lavrov / Sputnik
La convocatoria del Congreso del Diálogo Nacional de Siria contará con más de 1.600 representantes de las distintas fuerzas políticas del territorio, destacando al legítimo Gobierno de Siria, representantes de los partidos políticos opositores al régimen, organizaciones sindicales y juveniles y representantes de las minorías de Siria (kurdas, yazidíes, turcomanos…).
Pese a no poder estar presente, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha declarado que esta reunión del Congreso reúne “todas las condiciones para pasar una trágica página en la historia de Siria”, así como para dar carpetazo al problema del terrorismo en la zona.
Uno de los posibles finales que se pueden intuir en el camino sirio a la paz es la elaboración de un nuevo marco constitucional. Pese a que el conflicto sirio cuenta con una oposición al régimen de Bashar al-Asad, parece que su relevo en el poder ya no es una cuestión primordial. Si en las primeras reuniones de paz la oposición, apoyada por Occidente, se mostraba firme en la exigencia de expulsar a Asad del poder, ahora parte de esta oposición ha abandonado el apoyo occidental y se muestra más flexible en cuanto a la figura del presidente sirio. Este cambio de postura se personifica en el Alto Comité de Negociaciones de la oposición siria que, si bien no va a participar en las conversaciones, sí contará con algunos de sus miembros a título individual, evidenciando la ruptura de la unidad de actuación.
Pese a no haber ninguna confirmación oficial, una fuente citada por Sputnik asegura que las reuniones de Sochi tienen un doble objetivo. Por un lado, se pretendería lograr la firma de “un comunicado final, así como un ‘llamamiento’ de los participantes, que hablará de la necesidad de avanzar en el camino de la solución de la crisis y la restauración de la paz en Siria”. Por otro lado, se intentará forman una comisión constituyente encargada de la redacción de una nueva Constitución para Siria.
Marcelo Brage
Redactor
Categorías:Rusia
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